A partir del viernes 1° de abril de 2022 “Naiguatá y el entierro de la Sardina” llegan a la Casa de Rómulo Gallegos

La exposición fotográfica sobre la tradición litoralense presentada por el artista Willinton Barco podrá ser apreciada durante el mes de abril en la Sala Arturo Uslar Pietri de la Fundación Celarg, en Altamira

El vistoso registro fotográfico de pintorescos cortejos fúnebres y sus personajes podrá ser apreciado de martes a domingo durante todo el mes de abril, en horario de 10:00 a.m. a 4:00 p.m., en la Sala Arturo Uslar Pietri de la Fundación Celarg, en Altamira, con entrada libre.

La inauguración se realizará el viernes 1° de abril de 2022, de 4:00 p.m. a 6:00 p.m.

El montaje está conformado por cuarenta piezas fotográficas bidimensionales de diversos tamaños y formatos. La curaduría la ejerce Fabiola Gámez, quien es licenciada en artes plásticas, escultora e investigadora. La museografía estuvo a cargo de Manuel Suárez con asistencia de Johan Rozo.

La Fundación Celarg cuenta con cafetín y estacionamiento propio. En la Casa de don Rómulo Gallegos se atiende a medidas de bioseguridad. El uso de tapabocas es obligatorio.

Raíces vivas

El entierro de la sardina es una tradición originaria de España y que llega a Venezuela a través de la colonización y se radicó en las poblaciones de Naiguatá y Puerto Cabello. Se realiza a partir del miércoles siguiente a la finalización del Carnaval, con la intención de iniciar la cuaresma y pedir por la cosecha y fertilidad de los animales de cría según la tradición.

La temática constituye la parodia de un entierro en el cual participan varios personajes como las viudas, el cura, el diablo, el abogado, el preso, integrando el cortejo fúnebre, que cuenta con una especie de carroza donde se coloca una sardina hecha de cartón y alambre decorado con palmas y productos agrícolas representando la cosecha y la invocación de la fertilidad.

Hombres y mujeres se reúnen en el centro de acopio de pescado ubicado en orillas de la playa, se maquillan y disponen a representar a las viudas del entierro y a los demás personajes, para emprender la ruta que los lleva por toda la población de Naiguatá. La exposición documenta esta tradición de principio a fin.

El artista Willinton Barco comenta que en otros tiempos esta celebración era acompañada por una parranda compuesta por tambor y charrasca, pero desde 1962 ha ido cambiado su ritmo musical con la incorporación de instrumentos de viento y piano. Un referente musical de estas tradiciones ha sido la agrupación “Las Sardinas de Naiguatá”, que hasta nuestros días han recorrido el país y parte del mundo mostrando un rico acervo cultural.

“La tradición sigue sin parar mantenida por sus cultores y pobladores que no se rinden ante las adversidades y continúan superando barreras para fomentar de esta forma la cultura, que no debe morir porque es la identidad de un país y su gente que muestra su rebeldía y su apego a las raíces que los vieron nacer y crecer”, destaca Willinton Barco.

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