El espacio “Poesía en voz baja” presentará a la poeta María Antonieta Flores, el miércoles 22 de agosto de 2019, a partir de las cuatro de la tarde, en la Sala Experimental Sótano 3 de la Fundación Celarg, con entrada libre.
Sobre la poeta
María Antonieta Flores (Caracas, 1960) es poeta, ensayista, crítica literaria y profesora universitaria. Es magíster en Literatura latinoamericana, con amplia experiencia en el campo editorial. Ha publicado El señor de la muralla (1991), Canto de cacería (1995), Presente que no en ausencias (1995), Agar (1996), Criba de abril (1998), La desalojada luz de la tarde (1999), entre muchos otros.
Obtuvo la primera mención en el Concurso de Poesía de la Asociación de Escritores de Venezuela (1985); Premio de Poesía de la Primera Bienal de Literatura Municipal “Augusto Padrón” (Maracay, 1994), Premio Municipal de Literatura “Rafael Ángel Insausti”, mención Ensayo (Barinas, 1996), y Premio en Ensayo Literario en la IV Bienal de Literatura Mariano Picón Salas (1997); Premio Anual de la Fundación para la Cultura Urbana (2001).
En voz baja
“Poesía en voz baja” es un espacio plural en el cual los escritores comparten sus creaciones. Su moderador, Alejandro Bruzual plantea lo siguiente: “Queremos devolver la poesía a lo ritual, ir en busca entre un espacio, la palabra y el silencio. Exponernos al ritmo oral de la creación. Oír la voz portadora de significados escondidos en la palabra escrita. Propiciamos el recorrido con la experiencia literaria del poeta. Asistir a su propia historia de la palabra, a través de una selección personal y autobiográfica. Ir desde textos primeros hasta los más recientes. Visitar sus libros, sus poemas, sus deseos”.
Poemas de María Antonieta Flores
Conocida
te señala y dice:
sequía en el asfalto de los ojos
te despiertas
¿de dónde viene?
los pies contra el granito frío
bajo trono en la mirada
nocturno, el bramido
añiles, añiles
en el agua
mientras su recuerdo
es sólo el peso que te calla
Los hallazgos de la calle
Un mazo de cartas, roto
Los astros de la basura y de la muerte
Cinco hombres duermen en la calle
Siempre en el mismo lugar
En el mismo orden
Nadie leerá el futuro:
Barajas españolas
Como aquellas que una vez tuve en las manos
Sin saber qué pregunta hacer.