Rómulo Gallegos nació el 4 de agosto de 1884, en Caracas y falleció el 5 de abril de 1969 en la misma ciudad. Fue escritor, político y docente. Sus primeros cuentos, piezas de teatro y ensayos fueron publicados en la revista La Alborada. Igualmente, las publicaciones periódicas El cojo ilustrado, La revista de Caracas y Actualidades ocuparon sus páginas, desde 1913 hasta 1922, con cuentos de este autor.
Rómulo Gallegos llegó a ser presidente de Venezuela en el año de 1948.
El cine fue otras de las grandes pasiones artísticas de Gallegos. Su trabajo creativo en esta área se inicia en 1925 con la adaptación cinematográfica de su novela La Trepadora. Fue Gallegos quien escribió el guión y la adaptación, resultando un éxito. En 1938, fundó Estudios Ávila la primera empresa cinematográfica del país. En ella, Gallegos escribió el guión y produjo el largometraje Juan de la calle, quecontenía elementos neorrealistas y fue dirigida por Rafael Rivero Oramas en 1941. Posteriormente, en una coproducción venezolano-mexicana se filmó Doña Bárbara, la cual contó con guión y adaptación del propio Gallegos, teniendo a María Félix como protagonista. En 1944, se llevó por primera vez al cine La Trepadora, con guión y adaptación de Gallegos. La doncella fue, en principio, un guión de cine, aunque fue publicado como obra teatral en México en 1957.
En cuanto a la escritura de novelas, Gallegos publicó El último Solar (1920), una novela que reeditaría en 1930 con el título de Reinaldo Solar. Luego, escribió La trepadora (1925), entre cuyos personajes sobresale Victoria Guanipa, figura ambiciosa y sin escrúpulos. Doña Bárbara (1929), verdadera epopeya que tiene como escenario la llanura venezolana. Cantaclaro (1934), novela que tiene como protagonista un cantante popular, una suerte de trovador, que recorre las aldeas y los campos. Canaima (1935), donde narra la ruda existencia de unos hacendados en las orillas del río Orinoco. Estas dos últimas novelas, consideradas junto a Doña Bárbara como magnas, las terminó de escribir en Barcelona, España. Posteriormente publicó Pobre negro (1937), El forastero (1942), Sobre la misma tierra (1943), La brizna de paja en el viento (1952) —su novela cubana— y, finalmente, Tierra bajo los pies, su novela mexicana. La posición en la vida (1954) es un ensayo literario.
En sus obras literarias siempre mantendrá el realismo, así como también el abordaje de temáticas como la crítica de costumbres, la antinomia civilización y barbarie y la descripción de pasiones, desequilibrios y anormalidades. Junto con el argentino Ricardo Güiraldes y el colombiano José Eustasio Rivera, Rómulo Gallegos fue uno de los máximos representantes de la tendencia realista en la narrativa latinoamericana de las primeras décadas del siglo XX.
Más allá de la oposición dialéctica entre civilización y barbarie, puede decirse, siguiendo a Juan Liscano en su biografía sobre Gallegos —en el libro Rómulo Gallegos y su tiempo (1969)—, que lo fundamental en él es el arte de la palabra escrita lo que le da a su obra su mayor fuerza y valor, no las ideas de bien o de crítica y denuncia social. El núcleo de la creación y de la imaginación desbordada penetró su escritura, lo asomó a inquietudes y misteriosas realidades: fugas y destellos, mensajes del más allá, refracciones de los símbolos, metáforas de la poesía. El bien, al imponer su alegoría triunfal fue penetrado más de una vez por el demonio de la belleza. Por eso los personajes más fascinantes y mejor logrados de su creación no son los buenos, sino las representaciones del mal, de la barbarie en Nuestra América: Hermenegildo Guaviare de El Forastero, Doña Bárbara de su novela homónima, Melquíades Gamarra, El Mapanare, Cholo Parima, El Sute Cupira, Santiago Argimírez, entre otros.
Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas y se le considera uno de los grandes escritores de Iberoamérica y el mundo, sobre todo en la novelística, por lo cual obtuvo el Premio Nacional de Literatura. El 1° de agosto de 1964 es creado el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos en honor a este novelista y político venezolano. La primera edición del galardón fue otorgada al escritor peruano Mario Vargas Llosa el 2 de agosto de 1967, por su novela La casa verde.
«Algún día será verdad. El progreso penetrará en la llanura y la barbarie retrocederá vencida». Santos Luzardo en Doña Bárbara