Caracas, 07/04/25.- En un encuentro que congregó a académicos, activistas y público en general, este lunes 7 de abril, el Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (CELARG) rindió homenaje a la vida y obra de Flora Tristán, una mujer franco-peruana, filósofa, revolucionaria y bolivariana del siglo XIX, quien fue pionera del feminismo socialista en Nuestra América, con motivo de los 222 años de su natalicio.
Bajo la conducción del historiador y presidente del CELARG, Pedro Calzadilla, el conversatorio contó con la participación de Aminta Beleño, ecofeminista colombo-venezolana y fundadora del CONARMIZ; Rosanna Álvarez, historiadora e investigadora de la Fundación Hugo Chávez y del Centro de Estudios Simón Bolívar; y Nayaurí Jiménez, periodista, dramaturga y productora audiovisual.
Aminta Beleño apuntó que el nacimiento de Flora Tristán “floreció en medio de la Revolución Francesa, un acontecimiento que contó con la participación decisiva de las mujeres pero que las apartó posteriormente”.
Beleño señaló que Tristán identificó su historia de vida personal no sólo con la lucha de clases sino también con la lucha de género. “La rebeldía es la que la hace ser Flora y llegar hasta nuestros días”, comentó.
No obstante, Beleño indicó que el arma de Flora Tristán siempre fue la escritura. “Y las que escribimos luchamos con que la visión de las mujeres se consagre en el libro. Por eso, en la Venezuela de la Revolución Bolivariana del siglo XXI, todavía hay una lucha para que las mujeres sean publicadas”, aseveró Beleño.
Durante el evento, las ponentes resaltaron las obras y textos emblemáticos de Tristán, como “Necesidad de acoger a las extranjeras”, «Peregrinaciones de una paria», «La unión obrera», “¿Por qué menciono a las mujeres?”, los cuales sentaron las bases del feminismo socialista al proponer la interconexión entre la lucha de clases y la emancipación de las mujeres.

Al respecto, Rosanna Álvarez, quien aprovechó la ocasión para destacar la perspectiva de la historia insurgente a través de la historia de la mujer, compartió sus reflexiones sobre el contexto ideológico que rodeó la vida y obra de Flora Tristán.
Álvarez expuso que la literatura y otras producciones culturales del siglo XVIII y XIX, y anteriores, condena a las mujeres, estableciendo la función social y civil de la mujer. “Se condenaron a las mujeres a la condición de ciudadanas pasivas. La función civil de la mujer era para procrear a ciudadanos públicos”, puntualizó la historiadora.
Según Álvarez, para Flora el amor y la fe son elementos muy poderosos en sus ensayos. «Y aunque muchos teóricos ubican a Flora en el Socialismo Utópico, es muy probable que estos elementos se han dejado de lado, por lo que hay que rescatar el aporte de Flora en el marco de un mundo material muy masculinizado”, afirmó.
Flora Tristán, a partir de sus testimonios personales, describió el uso del tiempo de las mujeres, el amor, la seducción, la violencia, la inequidad laboral, la maternidad, la visita a los conventos, la prostitución, entre otros temas y realidades vividas por las mujeres obreras. Así, esta pensadora nuestroamericana “escribió al mejor estilo de los viajeros. No sólo reprodujo lo que vio como mujer sino lo que vio desde los espacios donde está una mujer, en contraste con la experiencia masculina”, afirmó.
Por su parte, Nayaurí Jiménez compartió con las y los asistentes un texto de su autoría que narra los hallazgos históricos sobre la sospecha científica de que Simón Bolívar fuese el padre de Flora Tristán. “¿Por dónde empezar a contar la vida de esta mujer calidoscopio? Tal vez deberíamos comenzar por el principio. Aquel primer pecado original, la primera violación del patriarcado en su contra: su fallido derecho a la identidad”, reflexionó Jiménez.

“El presidente Nicolás Maduro, en el año 2020, retomó una inquietud del comandante Chávez, y a partir de allí comenzó una investigación muy seria para conformar un dossier con bases sólidas a una resolución forense de la sospecha de que Bolívar fuese el padre de Flora Tristán. Hay datos comprobados de que la madre de Flora, Anne-Pierre Laisnay, coincidió con Bolívar en Bilbao, estuvieron un tiempo juntos. Y puede haber una posible filiación. Soy parte del equipo de investigación, ha sido un trabajo muy arduo y hoy se retoma esa investigación”, informó Jiménez.
Jiménez ratificó que la vida de Flora “por donde la agarres tiene significación y está conectada con la Revolución Bolivariana en cuanto a sus reivindicaciones, porque esta revolución está fundamentada en el trabajo de las mujeres y las mujeres de este país dieron su apoyo al comandante Chávez, desde la refundación de la República. Flora fue socialista, feminista, obrera y escritora, pero al mismo tiempo fue una mujer maltratada, donde su marido le pegó un disparo cerca de su corazón”, refirió la guionista y dramaturga Nayaurí Jiménez.
El conversatorio se convirtió en un espacio participativo para reflexionar sobre la contribución de Flora Tristán a la historia del feminismo latinoamericano y la relevancia de su pensamiento crítico en los debates contemporáneos sobre las luchas de la clase trabajadora en América Latina y el mundo.